
Diferencias entre un centro de día y una residencia
Quizá es una de las preguntas que nos surgen después de recibir la noticia de una enfermedad limitante o degenerativa, sobre todo en familiares de cierta edad. Si ya es duro asumir esa realidad con los cambios que implica, sumarle el plus de no poder acompañar y cuidar a esa persona durante todo el día añade una nota de angustia y preocupación.
¿Qué hago con mi familiar durante el día si trabajo/ vivo solo/ no puedo encargarme físicamente de él o ella? Para ayudarnos en esta ardua tarea aparecen recursos como centros de día o residencias, pero cuáles son las diferencias entre un centro de día y una residencia.
¿Qué diferencia un centro de día y una residencia?
La principal desigualdad, a grosso modo, radica en el tipo de estancia, aunque hay muchas más.
Una residencia es un lugar, que puede estar dentro de la ciudad o pueblo o en la periferia, que ofrece estancia diurna y nocturna a los usuarios. Se convierte en el hogar: la persona vive allí, pero puede recibir visitas y salir cuando así lo deseen los familiares.
Un centro de día es un lugar ubicado dentro de la ciudad o pueblo que ofrece estancia diurna de lunes a viernes o sábados. El usuario acude allí a realizar actividades, desayuna, come y merienda, pero duerme en su casa.
Ventajas de una residencia
- El usuario está atendido 24 horas
- La familia dispone de la libertad de ajustar el horario de visitas según convenga a sus necesidades.
- En el mismo centro hay personas con las características del usuario, lo que le permite una socialización adecuada, de la que carecería en su domicilio.
Ventajas de un centro de día
- El usuario está atendido durante el día, pero además realiza actividades con el fin de lograr una recuperación.
- La persona no se despide del hogar, el centro de día simplemente es un lugar al que se va a “trabajar”, por la noche se duerme en casa, las fiestas se pasan en casa.
- En el mismo centro hay personas con las características del usuario, lo que le permite una socialización adecuada, de la que carecería en su domicilio.
¿Entonces cuál elijo: residencia o centro de día?
Antes de contestar a esta pregunta, habría que hacerse algunas preguntas más:
- ¿Quiero que mi familiar esté en su casa?
- ¿Limitaría mucho la vida del cuidador? o ¿puede encargarse de él/ ella por las noches y los fines de semana?
- ¿Puedo pagarlo?
- ¿Tiene un cónyuge o pareja que vive con él/ ella o vive solo?
Ante el dilema de cuál elegir hay que tener en cuenta varios factores, tanto de la familia como de la persona enferma o dependiente.
Factores a tener en cuenta
El principal factor a tener en cuenta es la disponibilidad. En un centro de día nuestro familiar estaría por las noches en su casa lo que supone encargarnos nosotros de él o contratar a alguien que lo haga. En una residencia este problema no existe.
El segundo factor, muy importante, es el precio. Una residencia se acerca a unos 1.500 euros en adelante, aunque como todo hay diferencias representativas según la zona. En un centro de día el precio ronda los 500-700 euros mensuales.
El tercer factor a estudiar es la ubicación. Las residencias pueden estar ubicadas en la ciudad o pueblo o en las afueras: el usuario se aleja de su entorno, de su cotidianeidad, de sus amistades; hay que tener en cuenta que cuanto más alejada esté del núcleo urbano su precio será inferior. En cambio, en cada barrio de la ciudad y en cada pueblo hay un centro de día: la persona conserva su entorno, sus amistades a las que puede ver los fines de semana.
Por último, debemos tener en cuenta el tipo de servicio. Una residencia es un servicio asistencial, destinado al cuidado y la atención de personas semidependientes o dependientes; la prioridad es el cuidado no la rehabilitación. Un centro de día es un servicio asistencial diurno centrado en la ocupación, está destinado a que la persona mejore o se mantenga el máximo tiempo posible y realice todo tipo de actividades.
Tener claras las diferencias entre un centro de día y una residencia permite elegir entre los diversos servicios asistenciales cuál es el que mejor se adapta a nuestras circunstancias.