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    ¿Cómo sé si me está dando un ictus?

    ¿Cómo sé si me está dando un ictus?

    Una noche, nuestro familiar se siente extraño, se intenta levantar de la cama y cae al suelo con un hemicuerpo paralizado; nuestro familiar está tranquilamente sentado en un sillón y de repente se le descuelga un lado de la cara; estamos hablando con él/ ella y empieza a no seguir la conversación con palabras coherentes, aunque sigue hablando aparentemente normal…

      Son típicas situaciones de personas que están padeciendo un accidente cerebro vascular, también conocido como ictus.

    Uno de los problemas que se presenta cuándo ocurren estas escenas radica en que la persona esté acompañada, o en que ella se dé cuenta de lo que está sucediendo. EL TIEMPO ES VITAL.Pero, ¿cómo sé si me está dando un ictus?

    ¿ Qué es un ictus?

    Comencemos por el principio. Se le denomina ictus a un accidente cerebro vascular, o daño cerebral adquirido. Se produce por una interrupción del oxígeno que llega al cerebro causando lesiones en los tejidos. Puede producirse, según su clasificación, por hemorragia o por déficit de riego sanguíneo.

    En otras palabras, si la sangre no llega correctamente a las neuronas cerebrales, éstas mueren o se dañan produciendo secuelas. Las secuelas serán más o menos graves o reversibles dependiendo del tipo, del área cerebral afectada y fundamentalmente del tiempo de actuación.

    En consecuencia, la tasa de mortalidad, en la actualidad se sitúa en un 20 %, y el porcentaje de secuelas incapacitantes (en las que la persona es dependiente) es de un 40 % aproximadamente.

       Tipos de ictus

     Según la clasificación actual, existen dos tipos:

    • Isquémico: se produce por una obstrucción de los vasos que provoca un déficit de riego sanguíneo en una parte del cerebro. Es el que mejor pronóstico tiene.
    • Hemorrágico: causado por la rotura de los vasos sanguíneos y la salida al exterior de sangre, comprimiendo la masa cerebral. Tiene una mortalidad mayor.

    Factores de riesgo

    Un ictus es un accidente cerebro-vascular súbito, que ocurre sin avisar, sin preámbulos. Sin embargo, existen factores de riesgo que aumentan considerablemente las posibilidades de padecer esta enfermedad.

    En consecuencia,según las clasificaciones oficiales de la American Stroke Association, los factores de riesgo se dividen en modificables y no modificables.

    Como su nombre indica, los factores de riesgo modificables son aquellos en los que podemos incidir, disminuyéndolos, y así evitando el riesgo de accidente cerebro vascular.

    Los no modificables, entonces, son aquellos que no podemos transformar, que no está en nuestra mano cambiarlos.

     Los factores de riesgo modificables son:

    • Tabaco: el monóxido de carbono que desprenden los cigarrillos al quemarse altera el flujo sanguíneo.
    • Alcohol.
    • Hipertensión arterial: una dieta saludable soluciona este problema, junto con la medicación adecuada.
    • Colesterol elevado: las arterias y venas se obstruyen, aumentando el riesgo de rotura y de taponamiento.
    • Inactividad física y sedentarismo.

    Los factores no modificables son:

    • Edad: la incidencia de ictus se dobla cada diez años a partir de los 55.
    • Cardiopatías: todas las alteraciones o enfermedades cardíacas alteran el sistema circulatorio.
    • Diabetes: el azúcar elevado en sangre o hiperglucemia provoca sufrimiento y trabajo excesivo de los órganos.
    • Sexo: las mujeres tienen más probabilidades de sufrir un ictus.

     

    Síntomas de un ictus

     Como hemos mencionado antes, EL TIEMPO ES VITAL en lo que a accidentes cerebrales se refiere. Cuanto antes acudamos a un hospital y antes reciba tratamiento la persona afectada, menor será la posibilidad de que las secuelas sean graves e irreversibles.

    Los ictus son de inicio súbito y rápido, aunque hay veces que se van desarrollando a lo largo de las horas siguientes, pero es poco frecuente. Los síntomas suelen ser llamativos.

    Los principales síntomas de ictus son los siguientes, aunque dependiendo del área cerebral afectada pueden variar:

    1. Hormigueo, adormecimiento, parálisis de un lado del cuerpo.
    2. Dificultad para andar.
    3. Mareos.
    4. Confusión (no sabe decir su nombre)
    5. Pérdida del habla o incoherencia al hablar.
    6. Dolor de cabeza intenso y repentino.
    7. Problemas de visión.

     

    Tips rápidos : ¿cómo sé si me está dando un ictus?

    Para asegurarnos de que es un ictus, podemos realizar estas preguntas rápidas a la persona afectada, y, en caso de no poder responderlas, llamar inmediatamente a un servicio de urgencias sanitarias.

    1. ¿puede decir su nombre?
    2. ¿puede levantar un brazo.?
    3. ¿se le descuelga la cara?
    4. ¿sabe dónde está?
    5. ¿ve bien?

    Ahora, ante le cuestión ¿Cómo sé si me está dando un ictus? ya podemos responder y actuar lo mejor y más rápido posible.

     

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